La historia del hombre, identificado únicamente como Ramadán, fue recogida por la prensa de la región egipcia de Dakahlia, la región donde tuvo lugar el descubrimiento, y rebotada pordiversos medios británicos.
Ramadán, una vez recuperado de la sorpresa inicial, buscó y encontró 11 películas de contenido pornográfico en la que participaba su esposa. "Era la primera vez que buscaba porno y lo hacía por curiosidad", aseguraba este egipcio a los medios locales.
El ofuscado marido fue a interrogar a su mujer por su ya probada actividad como estrella del porno. La esposa negó al principio los hechos llamándole "loco", siempre según la versión británica extraída de la prensa local egipcia, pero cuando este le mostró los vídeos confesó. Admitió su papel pornográfico y algo más.
La mujer de Ramadán aseguró a su esposo que el hombre que aparecía en las películas era su novio de antes del matrimonio, al que seguía amando, al contrario que a él. "Me dijo que era de su edad y que yo era un viejo", explicaba el ahora también traicionado marido.